martes, 14 de marzo de 2017

7. PARAÍSO - 7.7 "¡Mamá! ¡Déjame entrar!" (el análisis de las ideas de Walter Sullivan)



Walter Sullivan no fue un niño deseado, nadie quería su nacimiento. Incluso sus padres simplemente lo abandonaron para que muriera en el apartamento 302. Pero Walter sobrevivió; aunque la vida en el mundo de las personas no le trajo felicidad alguna, el sufrimiento al que se vio sometido desde su niñez fue innecesario. En el refugio se mofaban del huérfano, lo encerraban en una prisión y lo forzaban a leer las Escrituras del culto y los principios de la creación del mundo y el Paraíso mediante rituales sangrientos.

Como si Walter no desease haber nacido nunca, quiso retroceder el tiempo y regresar al útero de la madre; ya no quería continuar viviendo. Pero él no podía dar con el paradero de su verdadera madre, y cediendo a los errores de interpretación de los niños, Sullivan comenzó a creer que su madre era el Apartamento 302, y que para regresar al útero de la Madre era necesario despertar al Apartamento.

Entonces Sullivan lo comprendió: la Madre no quiere despertar en el mundo de las personas, donde reina el dolor y el sufrimiento. Y para despertar el Apartamento, Walter debería purificarla del mundo de las personas ("Los 21 Sacramentos eran la única manera de Purificarla") para crear para ella el nuevo mundo mediante un cruel ritual llamado Los 21 Sacramentos.

De este modo, el principal sueño de su vida ha estado estrechamente conectado a las doctrinas del culto y no podría llevarse a cabo sin la ejecución de los 21 Sacramentos para el Descenso de la Madre Sagrada. Y para dar nacimiento a la amada Madre y despertarla en este mejor mundo, para encontrar la deseada paz en el Útero y sumergirse en el sueño eterno, Walter Sullivan está listo para ponerle fin a su propia vida, pero también para sacrificar por el Apartamento a otras veinte vidas...

domingo, 12 de marzo de 2017

7. PARAÍSO - 7.6 "Salvación para toda la Humanidad" (el análisis de las ideas de Claudia Wolf)


Posiblemente las ideas de Claudia son más interesantes que las de sus predecesores. Su visión del problema del "Paraíso" difiere categóricamente de las visiones de Dahlia y Leonard (los puntos de vista de Claudia estaban fuertemente influenciados con la religión Cristiana), pero Leonard y Dahlia siempre pusieron mucha presión sobre la niña. Claudia sufrió mucho en su infancia debido a su sádico padre.

Ella vio el "Paraíso" como un mundo sin codicia, guerras, odio, envejecimiento, enfermedades, ni sufrimientos ("Un lugar sin dolor. Sin hambre, sin enfermedad, ni vejez"; así describe Claudia su Paraíso ideal). ¿Pero cómo puede ser el mundo ideal sin tener lados negativos? ¿Puede existir el blanco sin el negro? Probablemente no habría placer sin dolor, ni sombras sin luz, ni acción sin reacción, etc. Si no hay vejez, ¿cómo entender qué es la juventud? Si no hay odio, ¿cómo sentir amor? Exceptuando a uno, Claudia excluía lo otro. No pareciera un Paraíso, sino más bien la nada misma. "Suena muy aburrido", dice Douglas en su diálogo con Claudia. En el apogeo de las visiones de su padre, la compasiva sacerdotisa deseaba su Paraíso para TODAS las personas. No obstante, en esta visión altruista, ella olvida de pedirle a la gente si realmente les gustaría este modelo de "Paraíso".

De niña siempre idealizó a su "hermana" mayor, Alessa. Ella creía que el dolor purifica a la persona, eleva los sentimientos más puros ("¿Es tan difícil creer que la compasión pueda nacer del dolor y el sufrimiento?" - Claudia expresa sus ideas en el último encuentro con Heather) y, consecuentemente, el mundo creado por Alessa, que tenía mucho de su sufrimiento en la vida, debería ser bueno, un Paraíso ideal. Claudia no podía siquiera imaginar esa mente enfermiza de Alessa en vez del Paraíso, que prefería desaparecer del mundo en la oscuridad de una sangrienta pesadilla ("Prefiero ir al Infierno", dice Heather/Alessa). La idea de Claudia era usar la fuerza del "Dios interno", la fuerza del sufrimiento de Alessa, para hacer del mundo interno de Alessa la única realidad, para entregar sus actos a todas las personas; entonces todos comenzarán a ver el "Paraíso" de Alessa y serán felices.

También Dahlia Gillespie tuvo influencia en las ideas de Claudia ("Esa vieja arpía le lavó completamente el cerebro" - Vincent habla sobre la influencia nociva de Dahlia). En particular, la idea de la imposibilidad de la felicidad en la vida y la Salvación global. Por lo tanto, Claudia y Dahlia consideraban que el mundo debía ser purificado con fuego ("El mundo debe primero ser purificado con fuego"). Pero mientras que Dahlia confiaba en que su Apocalipisis sería el fin de la Humanidad y liberaría a todo de su existencia, Claudia estaba convencida que la muerte es sólo la liberación de las ataduras ("Es hora de liberar a la Humanidad de las ataduras del pecado que la ata") que conectan a la persona. (Esto también se asemeja a "Ser liberado de las ataduras de la carne y alcanzar el Poder del Cielo"; estas líneas describen con exactitud las ideas de Claudia). La muerte en el mundo material habilita a la persona a pasar al mundo espiritual ("Paraíso") y vivir en este mundo eternamente.